Era nuestro segundo sábado con los niños de ELOMAR. Estábamos contentos por volver a verlos después de dos semanas y pudimos comprobar que el sentimiento era recíproco.
Tras haber hecho actividades de fútbol la semana anterior, ésta decidimos jugar al baloncesto. Hubo varios niños a los que no les gustó la idea y que al principio no querían jugar, pero más adelante rompimos el hielo y acabaron jugando todos. Después, como premio por haber aguantado la hora y media que estuvimos jugando al baloncesto, decidimos premiarlos con un partido de fútbol.
Más adelante, los llevamos a la piscina, donde pudieron jugar con aros, churros, etc. en actividades libres pero supervisadas. Un merecido chapuzón después de la práctica de las actividades físicas a pleno sol.
Continuamos con la comida, además de hablar entre nosotros para conocer un poco mejor a cada uno de los niños y para que ellos nos conozcan mejor a nosotros. Tras la comida, decidimos hacer un pequeño juego en el que pusimos pequeñas cantidades de comida en platos y cada uno de los niños debía adivinar cuál era la comida. El ganador tenía derecho a coger un libro de la biblioteca para leérselo hasta la semana siguiente.
Al terminar el juego, quedaba algo de tiempo y decidimos darles tiempo libre, que algunos aprovecharon para jugar al fútbol y otros al baloncesto.
Tras esto, procedimos a la despedida de los niños, a los que deseamos ver la semana siguiente y que sigan con las mismas ganas que tienen hasta ahora.
CAS en el CAS 